Los carriles se apoyan en una estructura de acero, ya sea de forma continua o intermitente.
El soporte continuo suele consistir en suela de acero estructural soldable a la que se fijan los sistemas de sujeción del carril. El diseño de las suelas tendrá en cuenta el trazado civil, los problemas de manipulación en la obra, la distancia entre clips calculada y la distribución de las cargas de la grúa.
En el caso de las estructuras intermitentes, el soporte discontinuo consiste generalmente en asientos de acero estructural a los que se fijan los sistemas de fijación del carril. El diseño de los asientos tendrá en cuenta el trazado civil, las cuestiones de manipulación en la obra, la separación calculada de los apoyos y la distribución de las cargas de la grúa.